Seguramente a más de uno se le cruzó por la cabeza al ver el anuncio de Google Glass el llevar estos lentes a todas partes y grabar diferentes cosas sin que nadie más sepa como, por ejemplo, películas. Todos queremos volver a ver o mostrarle a alguien más lo que recién disfrutamos en la pantalla grande, por lo que estos súper lentes nos servían de maravilla, y seguro el producto final se veía mejor que las terribles grabaciones que se venden en el mercado negro. Bueno, ahora esta idea se perdió un poco, principalmente porque toda la industria cinematográfica decidió prohibir por completo el uso de Google Glass en las salas, justamente porque están cansados de ver grabaciones piratas movedizas con pésimo audio rondando de aquí a allá.
Según el reporte de CNN, no sólo Google Glass queda afuera de las cosas que pueden entrar a la sala, sino también cualquier dispositivo que pueda grabar, incluyendo smartphones. Claro que nadie va a estar parado en la puerta listo para removerles el teléfono, pero se espera que el cinéfilo apague el dispositivo cuando la pantalla se lo indique, ya que varias de las grandes cadenas de cine tienen un momento durante los avances en donde algo les indica a los que están en las butacas que apaguen sus móviles. De todos modos, está más que recomendado dentro de este ámbito el avisar a un guardia si se ve a alguien grabando la pantalla.
El problema con los usuarios de Google Glass en este caso es que, a diferencia de los móviles, dentro de las reglas se estipula que hay que removerles el dispositivo a aquellos que vayan a entrar a la sala, sin garantía alguna de que los lentes estarán a salvo cuando uno salga. ¡Sólo por si acaso, dejen el costoso dispositivo en casa si van al cine!
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