Nunca pensaría uno que uno de los sitios más grandes de retail en internet y en todo el mundo como Amazon crease una guerra contra todos sus usuarios con respecto a algo tan simple como los precios entre el distribuidor y una editora de libros internacional. Sin embargo, eso es lo que está pasando entre el gigante y todos aquellos que quieran ordenar diversos libros de su catálogo en estas últimas semanas. La editora particular es Hachette que, aunque sea un conglomerado que vale más de 10 billones de dólares, no puede arreglar pacíficamente un trato con Amazon con respecto al precio de los e-books y material físico que distribuye el gigante y, por lo tanto, la empresa decidió armar represalias contra el grupo literario. ¿Cómo? Deteniendo la preventa y envío de cualquier libro de la editora.
Esto no sólo perjudica a todos los fanáticos de la literatura, sino también a aquellos que tengan su buena relación con la cultura pop, principalmente porque uno de los primeros afectados por esta medida es el nuevo libro de J.K. Rowling, a quien todos conocemos como la escritora de las Harry Potter, pero que actualmente tiene otros proyectos que necesita vender. Aunque parezca un acto bien de niño chiquito, hay algo muy estratégico en esta medida por parte de Amazon: el corte de distribución no sólo no aporta capital a Hachette, sino que además perjudica a todos aquellos autores que buscan, como Rowling, aparecer en las listas de best-seller y comercializar su proyecto con los puestos de preventa.
Amazon explicó todo esto en un muy detallado post oficial en su sitio, y también señaló que no es la primera vez que lleva a cabo una medida similar, ya que hizo lo mismo con Macmillan en 2010, directamente removiendo el botón de compra en los productos de esa editora. Sólo es cuestión de que ambos partidos lleguen a buen trato, y recién allí los fanáticos recibirán los libros que tanto quieren conseguir.
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