De las profundidades de Rapture la saga Bioshock nos lleva a la ciudad voladora de Columbia donde viviremos una aventura de acción y ciencia ficción y fantasía verdaderamente sorprendente, con el sello de Ken Levine y su equipo de producción.
El protagonista es Booker Dewitt, un investigador del cual poco sabemos pero que irá descubriendo su pasado y motivaciones a medida que avanza el juego. Lo que sí conocemos ni bien comienza la aventura es que tiene que encontrar a una joven llamada Elisabeth, y con eso empieza una trama repleta de giros muy bien logrados, con un apartado visual de lujo y una duración un tanto menor que los anteriores títulos, pero con mayor intensidad en su historia compacta.
Sin revelar datos demasiado importantes, hay que tener en cuenta que Elisabeth tiene el poder de manipular unos singulares portales dimensionales que están regados por Columbia y que el villano Comstock quiere controlar. Así como la sociedad, sus vicios y deformaciones eran protagonistas en los primeros Bioshock, en Infinite la religión es analizada a través del singular prisma de Ken Levine y su equipo.
La jugabilidad merece una mención aparte, tendremos acción en primera persona, exploración y componentes de rol en una ambientación steampunk, combinando historia norteamericana y ciencia ficción de maneras que solo un videojuego permite.
Los combates en Bioshock Infinite siguen siendo adictivos, dinámicos y muy veloces, llevándonos de la acción intensa a la pausa por momentos para acomodarnos y después poder seguir avanzando entre decenas de enemigos uno más peligroso e imaginativo que el anterior.
Los poderes especiales ahora se llaman vigorizadores y ofrecen varias formas distintas para interactuar con los escenarios y si a eso le sumamos que iremos acompañados por Elisabeth y sus poderes para controlar portales, la aventura cierra como un círculo perfecto.
Hay acción, hay diálogos inteligentes, un villano carismático, puzzles, batallas y una trama que se va revelando poco a poco y con un ritmo trepidante que nunca se detiene. ¿Estas preparado para explorar la ciudad voladora más impactante de los videojuegos? Si todavía no jugaste a la saga Bioshock, Infinite es un excelente título para empezar. Innovador a la vez que respetuoso de los lineamientos principales, al estar ambientado en otro lugar no requiere que hayamos explorado las profundidades de Raptura para disfrutar al máximo su oferta.
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