Una historia emotiva y curiosa, que demuestra que muchos artistas tienen un cariño enorme para con sus fans, más allá del simple saludo o la fotografía de rigor. Bon Jovi, el rockero que hoy ya cuenta con 51 años, revivió su boda en la misma capilla de Las Vegas donde él se caso con su novia de la escuela, Dorothea Hurley en 1989.
Pero en vez de ser el novio, Bon Jovi hizo las veces de padrino para una fanático de toda la vida. La australiana Branka Delic siempre soñó con casarse con Bon Jovi, pero a los 34 años se dio cuenta que eso sería imposible y decidió aceptar la propuesta de matrimonio de Gonzo, su novio por más de 14 años.
Para casarse, Branka eligió la misma capilla donde se casó su músico favorito, y luego empezó a juntar firmas a través de las redes sociales para pedirle a Bon Jovi que asistiera a su boda y fuera el padrino. Todo estaba planeado a la perfección, ese mismo día Bon Jovi tocaba en Las Vegas, y había una gran posibilidad de que Branka faltará a su propio casamiento para ir a verlo tocar, y Gonzo tendría que esperar otros 14 años hasta que la mujer decidiera darle el sí.
La sorpresa para todos fue que Bon Jovi apareció puntualmente en la cita, acompaño a Branka hasta el altar, e incluso se saco fotografías para el álbum de boda. Esa misma noche, desde su cuenta de Twitter les deseó una vida plena y feliz a los recién casados, y Branka por su parte le devolvió el saludo remarcando lo buena persona y amable que fue.
Una nota de color para hablar sobre las estrellas, aquellas que a veces parecen tan alejadas de nosotros, pero que en el fondo tienen un corazón, y a veces con pequeños gestos pueden alegrar la vida de una persona.
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