Tuve un fin de semana lleno de películas nominadas al Oscar, así que pronto verán la crítica de cada una de las cintas nominadas en la categoría más importante. Mis expectativas con Frozen eran altas, sobretodo todo con Olaf, de quien vi un buen número de trailers en donde se mostraba bastante divertido.

Frozen nos lleva por la historia de dos hermanas, Elsa y Anna, las dos princesas del reino de Arendelle, quienes deben ser separadas en su infancia por el gran secreto de la familia, Elsa, la futura reina, nació con el don de provocar frio, pero no lo puede controlar, de esta forma cuando eran niñas ocurrió un accidente en donde sus padres tuvieron que separarlas para protegerlas y así guardar un secreto que años más tarde se saldría de control.

Frozen: el reino del hielo

El día de la coronación de Elsa comienzan una serie de hechos que enmarcan toda la película, y desata la trama de cada uno de los personajes. La protagonista se va al exilio y su hermana no puede permitir más separaciones, además de intentar acabar con un tormentoso invierno que solo Elsa es capaz de dar fin.

Disney en los últimos años ha tratado de volver a los cuentos que lo hicieron famoso años atrás, y creo que con Frozen lo ha logrado, esa magia musical que veíamos de niños ha regresado con temas que nos hacen añorar la infancia, además las voces en español son realmente bellas y la composición está a la altura de lo que Disney nos tiene acostumbrados.

Una de las características que siempre nos ofrece Disney en sus películas es que el desenlace es un poco fantasioso y falto de realidad, en Frozen lo vi al contrario, es decir, algo más real, donde se recalca la valentía y el enfrentamiento a las situaciones adversas para traer una solución. Otro tema que me gusto y que creí que podría ser previsible, fue el del amor verdadero, creo que se manejó muy bien y dejo como lección que no siempre debe ser el de la pareja, también el familiar puede lograr grandes cosas.

Olaf y su deseo de vivir un verano

En los primeros minutos de la película creí que Disney había exagerado en los musicales, pero a medida que iban transcurriendo los minutos me demostró lo contrario, eran justo en momentos determinantes, además la animación de Disney nunca defrauda, es verdaderamente sorprendente ver lo real que son los movimientos, no pierden ningún detalle, por ejemplo el trabajo con partículas cuando Elsa crea el castillo, el algo de aplaudir.

La película está muy bien para el público infantil, pero para quienes hemos trabajado en 3D nos hubiera gustado ver quizá más dramatismo en la historia y que eso se hubiera visto reflejado en la animación, no digo que este mal, simplemente que me parece que Disney no se quiso arriesgar, pero aun así Frozen está nominada al Oscar en la categoría de mejor película animada, también es mi favorita, y Disney casi nunca pierde, es muy difícil competir con ellos.

La película no tiene una historia original, ya que está inspirada en el cuento La reina de las nieves, pero hay muchos elementos adaptados o totalmente nuevos, aun así logra el objetivo del estudio y la ha ido muy bien en la recaudación en las diferentes salas de cine del mundo.

Elsa alejando a su hermana de su desgracia

En conclusión, siento que Disney quiere cambiar la concepción que tenemos de sus historias y eso es muy válido, las generaciones de hoy piensan diferente y el estudio de animación parece tomar todos esos elementos para ofrecer una historia fresca y con matices interesantes, que pueden cambiar esa trama que ha hecho famosa a Disney y que seguramente seguiremos viendo esos cambios en futuras producciones.

Voces: Kristen Bell (Anna), Idina Mezel (Elsa), Jonathan Groff (Kristoff), Josh Gad (Olaf), Santino Fontana (Hans), Alan Tudyk (Duke). Dirigida: Chris Buck, Jennifer Lee.