Yo viví toda la época de Pablo Escobar. Como colombiano es difícil ver como se retrata a un asesino que dejo una profunda huella en Colombia y que hoy, seguimos padeciendo su herencia. Sin embargo, para no repetir los tiempos de violencia, es necesario que las nuevas generaciones conozcan su historia.
Reconozco que cuando Netflix confirmo que estaba trabajando en una serie para contar la vida de Pablo Emilio Escobar Gaviria, de inmediato la rechace. No podía creer que se siguiera magnificando la vida de alguien que acabo con cientos de vidas en nuestro país. Llego el día del estreno y me decidí por verla. El primer impacto fue escuchar la voz de Escobar, pues es difícil imaginar al narcotraficante hablando con acento diferente y tan marcado a extranjerismo. Pero la actuación de Wagner Moura fue tan contundente, que el tema de la voz se olvida mucho antes del término del primer capítulo.
Narcos es una producción increíble, con una fotografía de Colombia inigualable. La adaptación de los personajes y del entorno se ajusta perfectamente a la época en donde se dio inicio al reino de la cocaína. La época de Escobar no tuvo ley, su reino había filtrado todos los entes del gobierno y ramas militares. Quien no estaba con Pablo, encontraría la muerte. Tal y como lo dice la primera escena:
Plata o plomo.
Aunque Narcos está basada en hechos reales, tiene momentos de ficción e incluso hechos contados que no están acordes con el tiempo en el que ocurrieron. Aun así, Narcos logra captar la atención del espectador y permite que las nuevas generaciones conozcan el daño que hizo Escobar Gaviria con sus secuaces.
La serie da inicio en los 70s, donde aflora el negocio de la droga en Colombia. La historia es narrada desde la perspectiva Steve Murphy, uno de los protagonistas y que es precisamente uno de los agentes de la DEA que esta tras el rastro del capo. Fue enviado desde Estados Unidos para detener el flujo de cocaína de Colombia a Estados Unidos. El director de esta producción también es brasileño, como el protagonista Moura.
Algo que me gustó mucho es la forma en que comienza la serie, captando la atención del usuario con técnicas como la voz en off y relatando lo que la mezcla de imágenes nos muestra de una forma sangrienta pero real. El relato de Murphy (Boyd Holbrook) siempre aparece para realzar la escena, no para complementarla. Los primeros 5 capítulos son emocionantes, aunque todo se cuenta tan rápido, que quienes conocemos la historia, nos da la impresión de que se omitieron bastantes detalles. Es más, pienso que si ya tenían la segunda temporada confirmada (no oficialmente en ese momento) lo ideal hubiera sido ir más despacio y desglosar un poco más la historia, porque da para ello.
A medida que avanzaban los episodios, estaba seguro que todo terminaría en el 10 capítulo, pero no fue así y Netflix ya confirmo la segunda parte para el 2016. Esta parte inicial mostro claramente todo lo que un negocio ilícito que produce millones y millones de dólares al mes, puede llegar a producir en un estado de gobierno. Ni los políticos de la época se salvaron del poder de la cocaína. La corrupción y el miedo comenzaron a gobernar, incluso sobre el mismo Presidente Cesar Gaviria, quien lucho de frente a Escobar, pero también tomo pésimas decisiones.
Es impresionante como recrearon las campañas políticas de los 80s y 90s, pues aún tengo el vivo recuerdo de los comerciales como los afiches de los candidatos. Lucen similar a las contiendas electorales de Galán y Cesar Gaviria de su tiempo. Son pocos los personajes centrales, no obstante el punto medio es Pablo Escobar y su avaricia al poder y el dinero, con el cual sometió a todo un país a su voluntad a través del miedo y el terrorismo. Escobar fue un hombre contradictorio, porque se hacía llamar un hombre del pueblo, pero mataba sin compasión y ponía carros bombas que dejaban decenas de víctimas y millones de pesos en pérdidas materiales. Todo esto le ocasiono problemas con los demás miembros de cartel de Medellín y más tarde con el cartel de Cali.
Netflix ha querido omitir violencia, logrando evadir una gran parte, y creo que lo hicieron bien, porque la historia no la necesito para entender los diferentes acontecimientos. Esto no quiere decir no la veamos, claro que sí, está presente, pero no en las dosis que se esperan. Quizá uno de los puntos en contra, es que esta producción no es clara en cuanto a la época en que se encuentra en diversos momentos. Quienes conocemos la historia lo identificamos, pero quienes no la conocen, se perderán momentáneamente o incluso, podrían llegar a no entender.
En esta crítica, quise omitir la mayor cantidad de spoilers, ya que fácilmente se puede caer en ellos. Los invito a ver Narcos. En ella conocerán un poco más de la historia de Colombia y el porqué de los problemas que aún nos aquejan como nación. Esa es nuestra historia, no podemos negarla.
Protagonistas: Wagner Moura (Pablo Escobar), Boyd Holbrook (Steve Murphy), Pedro Pascal (Javier Peña).
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