El Ooho es un revolucionario invento de tres jóvenes diseñadores españoles: Rodrigo García González, Guillaume Couche y Pierre Paslier, quienes pensaron en liberar al planeta del descontrolado uso del tan poco reciclable plástico. La idea esencial fue la de envasar los alimentos y líquidos en un recipiente contenedor que se adaptara al alto consumo sin producir desechos no deseables y así surgió, en base a algas pardas y cloruro de sodio, el Ooho, ganador del segundo premio en la competencia anual de diseño organizada por Lexus. Siendo presentado también en la Semana del Diseño de la ciudad de Milán.
Esta especie de bolsa gelatinosa comestible es una membrana que encapsula el agua como una vejiga; cuando se tiene sed simplemente se la perfora y se bebe el contenido, de tener además apetito puede ser ingerida. El proceso empleado para fabricarla se denomina “esferificación”, algo bastante antiguo dado que se usó por primera vez en el año 1946; el agua es congelada antes de embolsarla y así se evita que se mezcle con los compuestos de la membrana.
Los recipientes son relativamente económicos, cuestan sólo centavos, por lo que no encarecen para nada los productos y ayudan, además, a preservar el ambiente de contaminantes; los creadores han dado incluso la receta para que quienes lo deseen los confeccionen en su propio hogar y puedan modificarlos e innovarlos. Ya varias empresas de alimentos emplean estos sorprendentes envases, pero fueron específicamente diseñados para suplantar a las botellas plásticas. Se dice que son ideales para las competencias deportivas, por ejemplo las carreras pedestres, en las que los participantes arrojan luego de usarlo el vaso en el que bebieron; teniendo este sistema la ventaja de que se le podrían agregar al contenido los suplementos minerales necesarios para una u otra actividad física. ¿Podremos al fin liberar al mundo de las botellas PET?
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