Vi esta película por una ligera casualidad, realmente no conocía de su director Wes Anderson, texano, uno de los grandes en cine independiente , ni de la critica, en su mayoría positiva; esta es una historia muy bien armada y llena de excentricidades filmográficas, estrenada a inicios de este año en el Festival de Berlín, donde alcanzó el segundo premio en importancia: El Gran Premio del Jurado. Los detalles han sido cuidados en todos sus aspectos, tiene muy buenos encuadres, fotografía y un soundtrack muy bien armado compuesto por Alexandre Despla quien había trabajado ya anteriormente con Wes Anderson en Fantastic Mr. Fox y Moonrise Kingdom.
Es un film de un humor ingenioso, todos los personajes están muy bien delineados y caracterizados, remarcada por un contexto social de los años 30 anteriores a la guerra, se cuenta la historia de el conserje Gustave H (Ralph Fiennes), un hombre muy peculiar, pulcro, discreto, observador y muy detallista quien trabaja un hotel con bastante renombre en Europa conocido como el The Grand Budapest Hotel este conserje y Zero Moustafa (Tony Revolvori), aspirante a prueba para el puesto de lobby boy, entablan amistad al tiempo que Zero se convierte en mano derecha del conserje; durante sus labores Gustave atiende personalmente damiselas de edad avanzada, de quien se vuelve amigo y amante. La trama de la historia comienza cuando este hombre junto a Zero han de reclamar la herencia de una anciana, millonaria; una de sus íntimas amigas. Mostrándonos los extraños desafíos a los que deben enfrentarse ya que la adinerada familia de la difunta no piensa compartir ni un gramo de su riqueza; la historia transcurre entre aventura, misterio y humor revelando una serie de secretos y hermandades detrás del Gran Hotel Budapest.
“Comencé a ver que algunos de los huéspedes más valiosos y distinguidos venían por él. Al parecer era una parte esencial de sus deberes, pero creo que también era un placer. Los requisitos siempre eran los mismos: tenían que ser ricas, mayores, inseguras, vanidosas, superficiales, rubias, absorbentes… -Zero”
Es una historia divertida, original y extravagante; de modo que me sorprendí bastante cuando descubrí un error de continuidad, muy simple, que puede pasar desapercibido fácilmente y del cual no me percaté hasta la segunda vez vi el film. La escena transcurre en el minuto 50 de la película cuando Zero confiensa a Agatha que han robado una obra de arte y que necesitarán su ayuda en caso de ser descubiertos; ella está recostada en su cama, en pijama y mientras escucha atentamente a Zero la cámara graba los perfiles de los actores y puede verse como el tirante de su blusa cuelga por su hombro…
A continuación la secuencia de imágenes para que puedan corroborarlo ustedes mismos:
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