Cuando Cadillac estrenó su nuevo comercial, presentando un coche realmente muy bonito pero de apariencia demasiado lujosa, el público inmediatamnte se quedó mirando a la empresa, ya que el video lo único que hacía era hablar de forma prácticamente pedante sobre la Norteamérica moderna, señalando que si no se trabajaba duro, uno jamás llegaría a tener el coche que se promociona en el comercial. Claro que, en lugar de ser algo inspirador, parecía más un comentario insensible y hasta bastante grosero, por más cuidadoso y sincero que luciese y sonase el actor Neal McDonough, quien presentaba el comercial. Por lo tanto, no es sorpresa que Ford haya decidido ir tras este video, inspirando una parodia con mensajes tan opuestos, que es perfecta.
A diferencia de su predecesora, esta publicidad se centra más en el lado trabajador, natural, y exhaustivo de los norteamericanos, un público listo para hacer lo posible por la Tierra y que, a diferencia del personaje de McDonough, tiene un coche (Ford, por supuesto) ya que es una especie de retribución karmática por el bien que le están haciendo a tanto el terreno como a su prójimo, porque en este comercial todos somos iguales de una manera u otra, nadie es más o menos por trabajar diferentes cargas horarias. Lo mejor de todo el spot es cómo imita paso por paso los beats de la original, un trabajo bastante laborioso que habrá llevado su tiempo para confeccionar.
Aunque la gente de Ford no lo lanzó oficialmente (porque vaya a saber cuántas demandas recibirían), el comercial está avalado por la empresa, que lo encuentra como una versión más agradable y de mejor espíritu que la original. Eso sí, quizás por miedo o por no querer advertirlos, pero nadie le pidió su opinión a Cadillac sobre esta tan hilarante parodia. ¿N’est-ce pas?
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