El mundo del marketing y la tecnología es algo complicado, más porque siempre estarán en competición las diferentes marcas rivales por proyectos similares, así que las estrategias de venta tienen que ser muy precisas y listas para atraer al consumidor no importa qué tengan que hacer para eso. La consola Xbox One, de Microsoft, ya tuvo varios percances de popularidad tras su revelación hace casi un año, que decepcionó a la mayoría de los fanáticos de los videojuegos gracias a características integradas del producto tales como juegos que no se podían prestar a familiares, rendimiento subpar, y un precio más que costoso. Al salir triunfante en ventas la consola rival PlayStation 4, a tres meses de su lanzamiento, el equipo de Microsoft decidió reducir el precio de la Xbox One.
El reporte de BBC News dicta que la consola rival de Sony está prácticamente destrozando a la de Microsoft en ventas, en un margen de 2 a 1, principalmente por el hecho de que esta es más económica y que no tuvo tanta mala publicidad desde un comienzo. Por lo tanto, la Xbox One recibirá una especie de relanzamiento junto con el esperado juego Titanfall, aunque la reducción de precio es de unos aproximados 100 dólares, si no nos fallan las cuentas. La empresa sigue insistiendo en que el aumento de precio vino de mano de la Kinect, ese aparato extra completamente innecesario que ahora viene integrado a la consola, pero que era momento de que ésta se expandiese al resto del mundo, y de allí el descuento.
Como se imaginarán, aquellos que compraron el producto más temprano no tendrán beneficio alguno más allá de un agradecimiento por parte de la empresa, aunque les recomendamos que, si compraron la consola a través de Amazon u otro retailer online, muchos de estos servicios tienen la opción de devolverles la diferencia si tienen el recibo de la compra, por lo que sugerimos que estén al pendiente.
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