El mundo de las aplicaciones y juegos para PC y móviles ha empezado a cambiar, y el modelo de negocio que más resultado está dando en la lucha contra la piratería es el de las aplicaciones Freemium.
Esta palabra surge de unir Free (gratuito) y Premium (versiones de lujo, o de pago de un programa, normalmente las versiones completas). Una aplicación Freemium será en gran parte gratuita pero se sustentará con micropagos a través de diferentes herramientas y funciones extra que solo podemos activar si pagamos.
En el caso de los videojuegos los micropagos suelen utilizarse para comprar objetos o poderes especiales que nos ahorren tiempo y nos permitan seguir avanzando, y en los últimos años en Japón y Estados Unidos, así como en muchos países de Europa, el modelo de negocio está creciendo a pasos agigantados.
La idea de las aplicaciones Freemium es interesante porque no difiere mucho de pagar por una versión completa, pero el usuario queda satisfecho al poder probar aunque sea algunas funciones gratis y en última instancia puede decidir o no comprar el resto.
Un ejemplo personal, el software para descarga y lectura de manga DomDomSoft Manga Downloader. La versión gratuita no permite utilizar marcadores ni descarga automática de los capítulos de tus series favoritas, pero yo lo utilizo en su versión gratuita para acceder rápidamente a los capítulos de mis series manga favoritas. Algunos usuarios pueden pensar que esas opciones son indispensables y pagan para tenerlas, los que no quieren pagar, usan la versión gratuita y ya.
Las aplicaciones Freemium además nos permiten probar las funciones principales y ver si la aplicación sirve para nuestros propósitos, luego desinstalarla es tan fácil como haberla descargado, pero si la encontramos especialmente útil podemos hacer los pagos para destrabar funciones extra y todos felices.
Las aplicaciones Freemium nos habilitan a pagar por aquello que realmente queremos, y no por paquetes repletos de opciones que nunca utilizamos. Parece que la lucha contra la piratería ha encontrado un exponente muy fuerte en las modalidades de negocio, y si bien en el mundo de los videojuegos de consola todavía no se aplica, bien podría suponer muchas ventajas en el desarrollo de juegos de todo tipo de género.