Es un enorme problema cuando alguien se transforma en un éxito viral sin quererlo, y más cuando sólo se tiene trece años al momento de la «fama». Esto es lo que le ocurrió a Rebecca Black pasando el posteo inicial de su video Friday en internet, una canción que había grabado como parte de un regalo de cumpleaños que incluía la grabación profesional de un track compuesto por Ark Music Factory y el rodaje de un video que lo acompañase. Sin embargo, la canción, que relata un día viernes común y corriente con las estrofas más bizarras posibles (del tipo de «Mañana es sábado y el domingo viene después»), se hundió en la infamia porque no sólo era mala, sino que el video era aún más hilarante. A dos años del estreno de ese track, Black regresa con Saturday, una secuela muy particular.
Decimos particular por el hecho de que parece más una parodia de lo que fue Friday, y más cuando hace muy poco la misma artista grabó un video especial en la que ella reaccionaba a las diferentes escenas de su oda al viernes, y Saturday obviamente es una separación algo notoria de los aires de su predecesora. No por eso queremos decir que no es igual de terrible, pero al menos parece transmitir un mensaje algo más profundo que la anterior, y aquellos componentes paródicos se pueden notar en la letra y en ciertos momentos del video que referencian a aquel infame track.
De todos modos, para el ambiente algo más profesional que quiere tener Saturday, no deja de ser un intento burdo de cobrar en el éxito de Friday porque, admitamos, si Black quisiese ser una estrella musical en serio, haría lo posible para alejarse de ese estigma tan burlado, no referenciarlo con tal de repetir su éxito viral. Igualmente los dejamos con el nuevo «hit», a continuación: