Nadie parece haber aprendido de la larga (y muy graciosa) epopeya de Charles Carreon vs. The Oatmeal. Donna Barstow, caricaturista política en varios medios culturales de habla inglesa como Slate o The New Yorker, luego de que muchísimos sitios de internet catalogaran su trabajo como terriblemente malo e hicieran múltiples burlas de tal, ha declarado guerra total a la internet y se pasa sus días atacando en Twitter a quien se le cruce por su camino. Si esto ya suena bizarro de por sí, esperen a que conozcan toda la historia detrás de esto.
Barstow, cuyas caricaturas muestran un alto nivel de racismo y homofobia, se volvió una especie de punchline alrededor de internet gracias al foro de Something Awful, que desglosaba de forma paródica sus cartoons y, en la mayoría de los casos, mostraba lo erróneos que estaban éstos. A principios de Julio, la caricaturista explotó emocionalmente y dirigió un tweet bastante ofensivo con muchas calumnias a uno de los escritores de Something Awful como si éste fuera todo el sitio. Este corto mensaje se desperdigó por toda la internet y allí es cuando las cosas se pusieron feas.
El sitio de memes y cultura geek BoingBoing fue el siguiente en sumarse a la batalla, colocando menciones a los desagradables tweets de Barstow, destacando algunas de las caricaturas más malvadas y humillantes de la carrera de la mujer y, para empeorar las cosas, explicando legalmente por qué el incrustar imágenes en los foros no constituía infracción del copyright de sus “obras” y cómo Barstow había perdido una batalla que ella misma había empezado.
La “artista”, luego de ese profesional artículo, comenzó a recibir comentarios sarcásticos por parte de los usuarios de tanto BoingBoing como Something Awful. ¿Qué mejor solución, seguramente pensó Barstow, que atacar y ofender a estos usuarios que sólo le decían la verdad? Si bien los usuarios de Twitter que se comunican con ella no son tan despectivos como sus caricaturas, Barstow insiste en responder a los mensajes de forma tanto sarcástica o levantando injurias. Seguramente esto terminará de forma excelente.
Hablando del caso Carreon vs. The Oatmeal, la campaña #BearLoveGood recibió más de $200,000 dólares, a los que se les fue repartido de forma igual a la American Cancer Society y World Wildlife Foundation, incluso cuando el abogado intentó detener este proceso. Carreon retiró la demanda, pero igual proclamó “Soy victorioso, porque ahora soy famoso.” Él y Barstow deberían aliarse y poner un país para ellos mismos.