Por más que se haya mencionado en más de uno de los casos pro-piratería allí afuera, muchos tienden a ignorar el hecho de que la reproducción online de un contenido mediático a veces ayuda a gente que no puede acceder al material por algún motivo u otro (por ejemplo, restricciones geográficas), y que en la mayoría de los casos lleva a que los usuarios luego compren ese mismo contenido de forma legal cuando puedan acceder a éste. Aparte de Juego de Tronos, la segunda serie más bajada en estos últimos años fue Breaking Bad, el drama de drogas protagonizado por Bryan Cranston y creado por Vince Gilligan que terminó hace unas semanas. Aunque el show comenzó con poco rating, culminó con una de las mejores audiencias en la historia de la TV, algo que el creador de la serie atribuye a la popularidad que le brindó la piratería.
Gilligan admitió, acorde al reporte de BBC Newsbeat, que gran parte de los fanáticos que siguieron la serie comenzaron descargándosela ilegalmente luego de escuchar recomendaciones por parte de sus amigos una vez finalizadas las temporadas correspondientes. No es sorpresa, tampoco, que el final haya sido descargado más de medio millón de veces, según datos recolectados por TorrentFreak. A medida que el show se fue haciendo más accesible mediante cable o servicios como Netflix, el público se fue sumando, y es así como el episodio final, Felina, rompió récords dentro de la estructura de rating que venía llevando el show.
Por supuesto que Gilligan no está completamente de acuerdo con la idea, más porque todas estas descargas no fueron de interés económico para nadie. El autor declaró:
Llevó a que mucha gente que no miraba la serie lo hiciese. El lado negativo es que muchos de los que trabajaron en la producción hubieran hecho más dinero, incluyéndome, si esas descargas hubiesen sido legales.