Cuando comencé a ver El juego de Ender, por momentos pensaba que estaba mirando Man of Steel, no por los personajes, pero si por el manejo de la natalidad, el desarrollo de elementos humanos militares y la desaparición de una raza, en este aspecto las vi parecidas, pero con caminos diferentes, aunque el heroísmo siempre está a la orden del día.
La trama nos lleva a visualizar la historia escrita por Orson Scott Card en 1985, y que hoy vemos convertida en filme. Relata la invasión de los insectores, en donde los terrestres deben exterminarlos, de lo contrario los habitantes del planeta tierra se verán en una inminente extinción, pero es aquí cuando los niños son reclutados desde edades tempranas para comenzar entrenamientos militares y de esta forma los altos mandos observan quien o quienes están capacitados para defender la tierra.
Las películas de Ciencia Ficción que han salido este año, siempre demarcan terrenos interesantes de nuestra sociedad, en este caso habla de niños que son convertidos en soldados, falta a la privacidad, bullying, etc. El problema de la película es que no atrapa y pareciese que en la edición se cortaron demasiadas escenas claves, porque ante un problema de invasión y reclutamiento de niños, no es posible que no hayan rencillas políticas entre los altos mandos, el guion no alcanza la exigencia que se hubiera querido respecto al libro original, quizá y como se está volviendo costumbre, nos venden un tráiler sobrevalorado que nos estrella en la cara cuando estamos en la sala de cine. Cabe anotar para los amantes de la Ciencia Ficción, que Orson Scott Card ayudo en la escritura del guion, lo que me lleva a decir que el trabajo que acabo con la cinta está en la edición.
Hablemos un poco de los personajes, ya que en la película dejan muchos actores o personajes importantes a un lado, y lo hacen bastante rápido, porque todo se centra en el superdotado Ender Wiggin, aun así no me convence mucho el hecho de no permitir a la familia Wiggin una exploración más grande hacia el espectador, y que muy seguramente ustedes se dar0án cuenta cuando la miren, porque inicia con un fuerte lazo entre Ender y Valentine, que luego se esfuma y aparece esporádicamente, de la misma forma con el resto de la familia, pero queda la duda si tendremos más de ellos en una secuela, quizás sí.
No había tenido la oportunidad de ver actuando a Asa Butterfield y debo decir que se engrandeció con esta actuación, mostrando inteligencia y dureza en el personaje cuando lo requirió, sobre todo en los momentos cuando no se la lleva bien con los demás miembros de los equipos en donde está. El personaje más explotado de la cinta es Ender, como debe ser, pero es raro ver que esto pase en una película, porque todos giran en torno a él, de él se conoce todo, pero del resto del reparto no, incluso Mazer Rackham, interpretado por Ben Kingsley, se vio disminuido por Ender, cuando se supone que era una legenda de la guerra, la cual no pasa de allí.
En cuanto a producción visual no llega a la majestuosidad de Gravity, pero muestra muy bien la simulación gravitacional, quizá me hubiera gustado ver algo más sorprendente cuando atacan a los insectores, unas criaturas más tenebrosas e incluso más realistas, pero es aceptable. El final para mí no tuvo sentido, acaso Ender se siente culpable o tiene síndrome de Estocolmo, aunque el autor del libro lo relate de esa forma, me parece un final que quiso sorprender, pero que resulto más aburrido y sin sentido que la misma trama cortada que vi a lo largo de 114 minutos.
Para terminar y me pasa mucho cuando he leído un libro y luego veo la película, es que me quedo con la sensación de que no era lo que quería ver, recuerdo esta misma sensación que tengo hoy, con el Código Da Vinci, porque para mí no alcanza a transmitir todo lo que el libro logra enseñarme en cada una de sus páginas.
Reparto: Asa Butterfield (Ender Wiggin), Harrison Ford (Coronel Graff), Hailee Steinfeld (Petra Arkanian), Abigail Breslin (Valentine Wiggin) Ben Kingsley (Mazer Rackham), Viola Davis (Major Gwen Anderson). Director: Gavin Hood (X-Men orígenes: Lobezno, Tsotsi, Expediente Anwar).