Microsoft es una empresa que ha ido decreciendo en calidad con el paso del tiempo (más cuando otras marcas se han estado haciendo paso en el mundo cibernético) con productos que no ayudaban en absoluto al público y que en cambio daban como resultado una peor opinión de la empresa. Luego de la enorme decepción que fue Windows 8 y los tablet Surface, ahora otro golpe parece tirar aún más profundo a Microsoft: Steve Ballmer, su CEO desde 2000 y miembro estable desde hace más de 30 años, el Viernes 23 decidió retirarse de su tan codiciado puesto, y el lado económico de la realidad parece estar haciendo aguas, ya que las acciones de la empresa subieron un 6% luego del anuncio.
Acorde a un reporte de Wired, el CEO estará marchándose definitivamente de su empleo dentro del próximo año, una vez que se encuentre su reemplazo, y posiblemente sea extrañado por todos aquellos fanáticos de Microsoft que disfutaban de verlo presentar los distintos productos que sacaba la marca, y además contando con que sabía bastante de tecnología y ayudaba a profundizar en las especificaciones técnicas de cada uno. Entre los fracasos recientes no podemos no contar también el Xbox One, que parecía ser una enorme y costosa restricción hasta que la Playstation 4 fue anunciada y Microsoft debió arreglar todo el sistema interno de la consola para equipararse al menos con su rival Sony.
Una de las complicaciones más grandes de la empresa bajo el control de Ballmer era la de aferrarse mucho a un sistema particular y no querer innovar el mercado, lo que producía así dispositivos prácticamente obsoletos como el Kinect, o versiones incontables de Windows que sólo tenían agregados al código base que no eran necesarios en absoluto, además de ser una de las compañías con mayor alergia al software open source y aquellos detrás de Bing, llamado comúnmente uno de los peores buscadores de internet. Junto con su partida viene un gran cambio en los operativos de menor escala, y el próximo CEO seguramente será anunciado antes de 2014.