Un interesante pero poco ortodoxo método para detectar el cáncer de tiroides se ha presentado en un estudio de la 97 reunión anual de la Sociedad Endocrinóloga de Estados Unidos, en donde se demuestra que un perro es capaz de detectar el cáncer en personas aún no diagnosticadas, con solo oler la orina del paciente.
El canino se llama Frankie y es un pastor alemán con un olfato bastante preciso. Frankie fue capaz de acertar en el diagnóstico del 88.2% de los casos en los que solo olio la orina de un número mayor de 30 personas. El perro ha sido entrenado para que detecte con su olfato el olor que emana el tejido de la tiroides con cáncer. En cuanto al porcentaje de efectividad de Frankie, podemos decir que según las estadísticas, fue un poco más bajo que el examen que se hace hoy en día por los médicos para la detección de la enfermedad.
Lo que ayuda al canino a ser tan efectivo, es la agudeza a la hora de oler, ya que es sabido que los perros tienen un olfato diez veces superior al del humano. De esta manera los médicos que presentaron la ponencia, creen que perros entrenados podrían ser efectivos a la hora de diagnosticar la enfermedad en personas que aún no saben lo que padecen. La principal características de este método, es el bajo costo y la no invasión del cuerpo para realizar exámenes que comprueben la proliferación del cáncer.
Por lo pronto se continua trabajando en la Universidad de Auburn para que más perros sean adiestrados y puedan continuar mejorando el nivel se agudeza de los animales en la detección del cáncer de tiroides.