¿Cuántas veces apareció por accidente una extensión, ya sea barra de herramientas, bloqueador de vaya a saber qué, o prácticamente un nuevo navegador cuando instalamos una aplicación que prometía una buena experiencia en internet? Google se cansó de que estos plugins y programas saltasen todas las barreras de seguridad que la compañía proponía con su navegador estrella Google Chrome, y es por eso que a partir de la nueva actualización del programa, éste no permitirá ninguna extensión que no haya pasado primero por la Tienda y, por ende, por los controles de seguridad de la empresa. Aunque pareciese a primera vista una manera de asegurar que los usuarios sólo utilicen productos Google, la verdad que los complementos y extensiones siempre fueron terribles malware y de alguna manera tenían que ser detenidos.
Esto se conoció a través de un post oficial en el blog de la empresa, y enseguida empezó a hacer aguas por internet. Muchos sitios web populares en una época requirieron de la instalación de extensiones externas para utilizar sus servicios al máximo, generalmente páginas de películas que pedían que cargásemos plugins para poder ver los reproductores, y cosas similares. Todos estos sitios, que en su mayoría instalaban software malicioso o muy propenso a inflitraciones, ahora tendrán que atenerse a las reglas de Google o marcharse. Sin embargo, esto no quiere decir que perderán para siempre sus extensiones favoritas, porque muchos de los complementos más populares ya se encuentran en la Tienda como, por ejemplo, AdBlock.
Fue conocido recientemente el caso de una empresa que tenía un complemento muy popular instalado en muchas de las computadoras globales pero que, tras venderse la compañía a otras personas, éstas modificaron el código base para inyectar anuncios en páginas web sin que los usuarios lo notasen. Ésta fue la gota que rebalsó el vaso para Google, y es por eso que hoy tenemos este dilema en internet. ¡Ya están advertidos!