La familia de una víctima perdonó al culpable, que estuvo colgado 3 minutos. Decidieron perdonarlo y se cancelo la ejecución. Esto sucedió en Irán cuando las autoridades suspendieron la ejecución de un hombre que ya llevaba tres minutos colgados.
Las autoridades no actuaron hasta que la familia de la víctima manifestaron abiertamente su perdón, pero mientras esto se debatía el reo estaba colgado en una prisión en el norte de Irán, más específicamente en la localidad de Tabriz.
El director de la prisión central informó a los medios del suceso poco después de que se cancelará la ejecución en curso. La costumbre en Irán es que la familia de la víctima asista a la ejecución y le de una patada a la silla para que comience el ahorcamiento. En esta ocasión la familia decidió perdonar al reo.
En Irán están vigentes las denominadas “quesas”. Se trata de una ley islámica de retribución donde se exige el pago de sangre con sangre, y por eso la pena capital está contemplada para numerosos crímenes en el país. Esta misma ley es la que le otorga a las familias el derecho de perdonar al culpable si es que sienten que ya se ha saldado la deuda.
En el Centro de Documentación de Derechos Humanos de Irán, una organización cuya sede está en Estados Unidos, se registran 624 ejecuciones en Irán en 2013 y ya van 100 en lo que va de 2014. Es realmente sorpresivo que de marcha atrás en una ejecución, pero finalmente el criminal fue liberado y ahora quedará por verse como sigue su vida luego de haber pasado por una experiencia tan extraña como la de estar colgado 3 minutos y no morir. ¿Logrará reformar su vida o seguirá en una espiral de violencia?