Uno pensaría que hoy en día nadie querría comprar discos de vinilo, más con el auge de la música digital, en especial aquellos fanáticos súper fervientes que prefieren el FLAC al MP3, y la dominancia en el mercado de iTunes y servicios de streaming. Sin embargo, no podemos olvidar que siempre están aquellos fanáticos que tienen en mente que el tener un disco de vinilo es como tener el calzado de cristal de la Cenicienta, algo muy preciado que puede romperse fácilmente y arruinar para siempre el hechizo. Aunque por un largo período de tiempo la creación de discos de vinilo se había extinguido porque era mayor el costo de creación que la ganancia económica, hoy en día este mercado volvió a ampliarse, al punto en que las ventas de discos de vinilo en 2014 rompen récords.
¿Vieron a alguien comprar un disco de vinilo recientemente? Uno de los principales inconvenientes con este formato es que necesita de mucha tecnología extra para reproducirse, y más cuando muy pocos tienen actualmente un tocadiscos heredado de sus antecesores, y los que se venden actualmente poco mejoran sobre las funciones de los originales, nunca pudiéndose salvar del típico rayón o salto en la reproducción por las siempre problemáticas agujas. Sin embargo, los fanáticos del nuevo disco de Pink Floyd, sumados a la enorme cantidad de seguidores de Arctic Monkeys, fueron los que elevaron la suma de ventas de vinilos en este último año, superando a las cifras que se venían viendo desde 1997, según CNet.
Claro que esas dos bandas no son las únicas que venden vinilos, ya que muchos otros artistas están viendo sus discos más famosos adaptados nuevamente a este formato, como David Bowie o Bryan Ferry, y los fanáticos de éstos aprovechan la reducción del precio por demanda popular para adquirir sus CDs favoritos en este material tan preciado. De seguir así, podríamos ver el auge del vinilo en los próximos años.