El Congreso colombiano ha presentado dos proyectos de ley con el fin de regular los servicios de comunicación y televisión, pero a estos señores se la ha ido la mano y no falta ser un experto para darnos cuenta que aún viven en el siglo pasado y no se han dado cuenta que la economía del siglo XXI es diferente a la época de piedra en la cual nacieron. La nueva iniciativa de estos honorables senadores y representantes es nada más y nada menos querer regular a Netflix y su contenido.
Según Diego Patiño, ponente de una de las propuestas, Netflix y las plataformas de servicios OTT (Over the top) no disponen de una regulación y esto afecta al modelo tradicional. Para el señor Patiño, estos modelos obligan al país a crear leyes que regulen y modifiquen todo el sistema audiovisual y de televisión en Colombia. Ya no les basta con querer acabar con Uber, pues para ellos Netflix es el próximo objetivo.
El proyecto es claro, no importa la plataforma desde donde se preste el servicio, todos están obligados a pagar una cuota similar a la que ya otorgan las compañías de cable, lo cual es ridículo, irrisorio y todos los sinónimos que se nos ocurran. Esta cuota iría directamente al Fondo Audiovisual y de Contenidos. El gran problema de aprobar esta ley sin sentido, es que se restringe aún más la programación y los costos para las empresas aumentarían, lo que desencadenaría un descontento de toda clase de empresas y antes de invertir en Colombia, lo pensarían dos veces. Es más, Netflix no se va a complicar la vida, simplemente hacen lo de PayPal, se van de Colombia y los únicos que pierden son los usuarios.