Aunque faltaban días para el anuncio oficial, la empresa de móviles destacados y ligeramente económicos HTC decidió presentar su nuevo teléfono-tablet (mejor conocido como phablet en el mundo tecnológico) One Max, para mantenerse al tope de las novedades actuales y quizás posicionarse como la empresa a temer por los demás conglomerados portátiles. La conferencia de prensa estaba originalmente pactada para unos días más tarde en China, pero esto se cayó luego de que HTC notase que actualmente no había ninguna noticia importante y así posicionar el producto en las bocas de todos. En sí, el teléfono no es la cosa más variada o diferente de sus predecesores, pero vale la pena destacarlo de todos modos.
La característica principal de este móvil, además de su impresionante tamaño (15 centímetros sólo de pantalla), es que viene con un software especial de reconocimiento de huellas digitales, uno que ya viene con el nuevo iPhone, pero que éste parece más capaz y el primero dentro del sistema operativo Android que lleva el producto. Este sistema no servirá tanto para motivos de seguridad, sino más bien para aplicaciones de juegos, o para desbloquear el móvil de la manera que veníamos haciéndolo previamente. BBC News dice que la información digital dentro del dispositivo estará guardada localmente, por lo que no podrá ser accesible para hackers que accedan a la nube de datos.
El predecesor de este móvil, el HTC One, fue uno de los productos mejor recibidos de la gama de la empresa, pero en ventas fue altamente superado por su competidor, el Samsung Galaxy S4, y nada podrá cambiar que HTC no tiene el poder de marketing ni el alcance que tiene Samsung, una enorme pena y un factor que posiblemente también dañe al One Max, aunque eso está por verse. Aquellos que deseen tener en sus manos este teléfono tendrán que esperar muy poco, ya que se pondrá al mercado a fin de mes.