Hoy en día no hay manera en que las empresas no quieran cobrar extensivamente por software que nadie quiere utilizar, más cuando éste es la Creative Suite de Adobe, de la cual se usan sólo un par de programas y el resto queda allí ocupando espacio en el ordenador, mostrando cuánto hemos pagado por código base innecesario. Más recientemente, los piratas y hackers han encontrado una manera de facilitarnos a los usuarios software con crack y medicina de la Creative Suite, además de permitirnos escoger cuáles programas queremos utilizar sin la necesidad de instalar cosas sin sentido o de poco uso. Notando este cambio de popularidad, Adobe decidió que ya no estará cobrando cantidades exorbitantes de dinero por versiones en CD del software, sino que ahora estará cobrando cantidades exorbitantes de dinero por suscripciones online al servicio Creative Cloud que han implementado recientemente.
La cara de una estafa
Este cambio no sólo permitiría que la compañía tuviese mayor acceso al posible bloqueo de tus trabajos y software que has pagado legalmente, sino que además prueba con mayor efectividad el repentino movimiento que las empresas han hecho con el DRM, intentando así evitar la piratería mediante el abandono a los usuarios, sin notar que eso incitará aún más a la piratería. Como bien se puede ver actualmente en internet, ya hay muchas copias del software basado en Creative Cloud (que aún no es el definitivo, sino que las versiones futuras serán las exclusivas para este sistema) que vienen con medicina incorporada para saltear el sistema que tiene Adobe para detectar si estamos suscriptos o no a Cloud.
Por este motivo, muchos usuarios de Adobe han llevado una queja al sitio de peticiones Change.org, en donde hacen un reclamo a la compañía para prevenir esta futura migración al servicio online, añadiendo que el sistema de suscripción arruinará a las pequeñas y medianas empresas más de lo que ya lo estaba haciendo con las copias físicas de la suite, en especial porque antes un usuario podía ahorrar y comprarse su propia copia, cuando ahora lo que tendrá que hacer es arreglárselas cada mes para poder pagar la suscripción.