El éxito de Final Fantasy II (en realidad era Final Fantasy IV) en occidente en tiempos de Super Nintendo ayudó a popularizar el género del RPG por turnos entre los usuarios de Europa y Estados Unidos. Taito fue una de las tantas empresas que intentó aprovechar esto y lanzó Lufia & The Fortress of Doom, un juego del estudio Nevermind que luego contaría con 3 juegos más ambientados en el mismo universo.
El nombre original de la serie es Estpolis Denki (Los registros de Estpolis), pero en la traducción decidieron ponerle el nombre de uno de los personajes principales del juego original. Aunque en los otros tres títulos ni siquiera aparece Lufia, el nombre quedó.
Lufia & The Fortress of Doom (1993, SNES)
La aventura comienza de forma dramática. Un grupo de cuatro héroes liderado por Maxim y Selan está en medio de una batalla a muerte con los malvados Siniestros. Los líderes del grupo están enamorados y acaban de tener un bebé, pero cuando termina la batalla solamente sus dos amigos logran escapar con vida.
Pasan 100 años y los Siniestros han vuelto a la vida dispuestos a poner fin a la humanidad de una vez por todas. La propuesta es muy similar a la de otros RPG de la época, con batallas por turnos, un sistema de magias y el progreso de personajes para aprender nuevos hechizos y habilidades.
Lufia II: Rise of the Sinistrals (1995, SNES)
Este segundo juego es en realidad una precuela. Está centrado principalmente en la relación entre Maxim y Selan y en la aparición de los Siniestros. Gráficamente es un título mucho más detallado y las batallas se ven beneficiadas por un estilo de combate mucho más intenso.
La trama, pese a que ya sabemos el final si jugamos el primer título, está muy bien llevada y los combates acompañan un relato heroico de fantasía y combates contra un destino que muchas veces se nos muestra peligroso y maligno.