Mucho se ha hablado durante el presente año sobre los problemas que estaría representado el streaming de música para las disqueras más importantes del mundo. Pero a medida que se profundiza en el tema, se van aclarando muchos conceptos erróneos que salen escritos por todos lados, pero que al final resultan ser solo conjeturas que confunden a los usuarios.
La música es una de las industrias más importantes y que más dinero genera anualmente. Su evolución ha sido a pasos agigantados, llegando al modelo streaming actual. Quien se iba a imaginar que desde el vinilo, la música iba tomar un camino totalmente digital y mucho más cercano los usuarios. A pesar de ser más asequible para todos, muchos artistas no están de acuerdo con el modelo, pues no es rentable para ellos. Aun así la discográfica Universal Music ha dicho que dicho modelo es mucho más rentable para la compañía que las descargas. Estas últimas fueron muy populares hace diez años, pero con un servicio como Spotify, tenemos todo en un solo lugar y ocupa muy poco espacio de almacenamiento.
iTunes fue revolucionario en ofrecer descargas de música, superando ampliamente las ventas físicas, pero como todo va en evolución, ahora el sitio se está quedando atrás y la competencia le lleva buena ventaja en el negocio del streaming. Las estadísticas son claras, Warner Music aumento en 7% sus ingresos gracias a las plataformas digitales. De la misma manera lo hizo el streaming, con un 33%, siendo Spotify uno de los protagonistas en el segundo trimestre. Con estas cifras, se da por hecho que estas plataformas han superado las descargas musicales por primera vez. Los números son claros.
En mi experiencia personal, puedo decir que siempre he coleccionado música, pero desde que conocí el streaming, mis descargas desaparecieron casi por completo. Es muy poco lo que descargo, porque Spotify me ofrece un catálogo gigante y con todo lo que necesito.