La tecnología ha avanzado a pasos agigantados y en sólo unas décadas pasamos del sueño del robot propio a verlo convertido en una realidad. Los chips y microchips nos rodean y según qué los contenga pueden dárseles distintos usos, pero no para reemplazarnos como muchos temían en el pasado sino para ayudarnos a que la vida sea más llevadera y divertida si se quiere. Algunos, como el Actroid F, diseñado por dos empresas en conjunto (Kotoro y ATR), es casi una enfermera puesto que sirve para el cuidado de pacientes; tiene facciones similares a las humanas, imita gestos y hasta puede inclinar la cabeza. Sólo le falta hablar, y esto es real no una frase hecha, dado que hasta ahora no se ha logrado que tengan un lenguaje fluido, pero ya llegará y no en mucho tiempo más, seguramente.
Muchas caras, muchos usos
Para aquellos que no desean movilizarse hasta el spa más cercano a sus hogares se ha creado Wheeme, un simpático robot masajeador. Este nuevo compañero de casa, similar a un colorido autito de juguete, está provisto de ruedas de silicona que se desplazan por nuestro cuerpo dándonos un suave masaje; posee también un sensor que le permite evitar los choques y las caídas. Dentro del mismo rubro de cuidado personal está el Hair washing, de la conocida marca Panasonic, que lava el cabello para luego enjuagarlo y secarlo, aplicando también un estimulante masaje capilar.
Las amas de casa simplemente a disfrutar la vida luego de adquirir el robot aspiradora, de elegante estilo, que limpia hasta en los más oscuros rincones y debajo de los muebles y que, al terminar con su tarea se guarda solo. Hay además robots que resuelven juegos de ingenio, como Cubinator, que en pocos segundos resuelve el cubo mágico; y la última moda en Japón son los sacerdotes cibernéticos, tal es el caso de i-Hada, que con un software especial casa a las parejas que así lo deseen. Como decíamos al principio todo al alcance de la mano y el bolsillo, cada uno de nosotros podrá optar por el robot que precise, que le convenga o simplemente por el que más le agrade. ¿Tendrías uno en tu hogar?