El Ébola es una enfermedad viral que afecta a humanos y primates. Tiene una alta taza de mortalidad de alrededor del 90% entre los pacientes infectados. La fiebre hemorrágica del Ébola se transmite entre humanos por el contacto con animales infectados y sus desechos o bien entre humanos por contacto cercanos con fluidos o agujas infectadas por el virus.
El virus del Ébola tiene dos fases de desarrollo:
- Fase de Incubación del Ébola: Tiene una duración por lo general de 1 semana extendiéndose en algunos casos hasta 2 semanas después de la infección, los síntomas conocidos son: dolor en articulaciones, dolor en espalda, escalofríos, diarrea, cansancio, fiebre, dolor de cabeza, nauseas, vómitos, dolor de garganta y malestar general.
- Fase de Tardía del Ébola: en esta fase se presenta sangrado por ojos, nariz, oídos, boca y recto, conjuntivitis, hinchazón de la zona genital, sensación de dolor en la piel, paladar rojos, erupciones cutáneas acompañadas por sangre.
Tratamientos conocidos para el Ébola
Los medicamentos antivirales no tienen efectividad contra este virus. Los pacientes que padecen Ébola reciben cuidados paliativos en unidades de cuidados intensivos administrandose medicamentos y líquidos intravenosos. Requiriendo en algunos casos transfusiones de sangre. Se monitorean constantemente la frecuencia cardíaca, pulso y presión arterial para evitar cualquier signo de choque hipovolemico que es la causa principal de la muerte por Ébola.
La OMS ha iniciado una etapa de pruebas en humanos usando el suero ZMapp que parece tener resultados positivos en el tratamiento de primates con Ébola. Aunque en fase experimental este suero contra el Ébola desarrollado en los Estados Unidos por Mapp Biopharmaceutical Inc. constituye un paso hacia adelante en la cura de esta enfermedad.