Ya hace 3 años empezó el fenómeno The Walking Dead en la televisión, a través de la serie que adapta el cómic de Robert Kirkman y Tony Moore. Ahora está por comenzar la cuarta temporada y se esperan nuevas sorpresas para los sobrevivientes de la raza humana que se enfrentan a la misteriosa horda de zombis que se multiplica a cada momento.
El primer capítulo de la cuarta temporada sigue los eventos un poco después de la llegada de los habitantes de Woodsbury a la prisión. Los problemas de convivencia entre los diferentes personajes son el eje de la temporada, al igual que en la segunda donde la presencia zombi se vio reducida, para centrar la atención en las dificultades personales de los distintos personajes.
Hasta ahora, la cuarta temporada de The Walking Dead tiene 3 episodios y los momentos más dramáticos incluyen diferentes cuestiones: desde una infección de gripe que pone en peligro a los sobrevivientes, obligando a crear un área de cuarentena; hasta un personaje desconocido que está llevando alimento a los zombies; y el cambio de personalidad de Carol, en principio una madre dócil y obediente, pero ahora convertida en un personaje sin misericordia cuando se trata de proteger a los que quiere.
El ritmo de The Walking Dead alterna entre la tensión, por la amenaza zombi, y la acción cuando hay alguna filtración de no muertos en la base, pero puede correr el riesgo de volverse aburrida si no logran aprovechar más el ritmo televisivo. Al leer el cómic, uno siempre siente la tensión de que los zombis pueden acechar en cualquier esquina, en la serie después de despachar una horda, parece que se olvidan y centran su atención en los dramas personales, como si se tratará de un culebrón. Está confirmada la quinta temporada, habrá que ver como sigue la cuarta, y si despega.
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